"La otra ventana del avión"




Me pregunté si existía algún patrón en el comportamiento general de los usuarios de vuelos comerciales... nada.
Depronto al bajar las pantallas en pleno vuelo puedes darte cuenta de quién viaja frecuentemente y quién no.

La historia que cuenta un monitor de 14" de LCD en contra de la vista que ofrece una diminuta ventana a más de 10,000 pies de altura; fué ahí cuando se hizo evidente quién era quién.

La ciudad de México, con su compleja estructura urbana, todas sus excepciones a las reglas y una topografía invadida por la alfombra de concreto más grande del planeta -y creciendo 1 m2 cada 7 segundos - donde cada m2 ostenta un valor monetario muy elevado y otro no tanto, impactan en un torrente de ideas cruzadas, miéntras nos alejamos de ella. Más adelante se observa como se desintegra la red neuronal de vialidades y núcleos de construcciones dando paso a grandes extensiones de tierra, amplios predios que nos permiten ubicar fácilmente que es de quién y de "dónde a dónde", poco después cordilleras montañosas, grándes zonas deforestadas que ponen en perspectiva nuestra voráz necesidad de propiedad y nuestra obtusa marcha al copalso ecológico; conforme los minutos pasan, los rayos del sol iluminan las pequeñas protuberancias de la tierra llamadas montañas permitiendonos contemplar todos sus relieves desde una especie de "google earth" en vivo y sin lag.




Asomandose a lo lejos, aparece el borde continental, y la inmensa extension del oceano se apodera del horizonte, eventualmente la red neuronal vial se reconforma en pequeños nucleos, pero nada comparable a la mancha de nuestro origen, y vuelve a desintegrarse quedando solo algunas lineas que se mantienen conectadas desde Alaska hasta Ushuahia.

Poco después de los paneles superiores del avión, se despliegan pantallas para ofrecer algún filme hollywoodense mal "doblado" ofreciendo aislar de la experiencia exterior y darle una solución final al "aburrimiento".

.rkd.

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